lunes, 21 de enero de 2013

El "docu-reality"


Tal y como está el patio, cada vez la tele se está volviendo más deprimente. Entre las noticias, que son siempre negativas, los programas casposos que nos cuentan las venturas y desventuras de los personajillos de la farándula, y los “refritos” de Telemadrid, la televisión casi ha perdido del todo su faceta de entretenimiento. Ahora tenemos muchos más canales que antes, y por lo general, son a cual peor…

En casa nos hemos acabado tirando de cabeza a los docu-realities, como yo los llamo. Tres canales de televisión que pasan todo el día programas de cómo se hacen las cosas, de cómo viven los cazadores de caimanes en los pantanos, de cómo una pareja de cazasubastas hurgan sin piedad en trasteros requisados… Ay, a mí me pirran. Sobre todo éste último. Satisface en cierta medida ese espíritu de trapera que llevo en los genes… Me encantaría rebuscar entre toda esa porquería y encontrar “tesoros”, como los llaman mis hijos. Luego no tendría sitio donde meterlos, pero es tan emocionante meterte con un pañuelo en la nariz y unos guantes “antitétanos” dentro de un trastero abandonado y sacar una máquina tragaperras antigua, máquinas de coser, sillas, cajitas de 1800 o, mis favoritos, objetos clásicos de Coca Cola…

Y no he hablado de los magos… Un tipo, Dynamo,  que con su carita de ángel un poco escuchimizadillo el hombre, pero que hace cosas realmente increíbles. A mí, personalmente, me ha hecho creer en  la magia. Hace cosas de forma diferente, parece increíble cómo se pone a levitar en medio de la gente a los pies del Cristo Redentor del Corcovado… Que sí, que hemos visto cosas parecidas en otro magos, pero es la cercanía lo que le hace diferente… no sé… a mí me parece un extraterrestre. Y el formato del programa ayuda…

No digo que estos programas tengan una calidad excelente ni un valor educativo probado, simplemente son entretenidos y no hacen daño a nadie. Concursos de Chef, casas de empeño donde la gente lleva los objetos más inverosímiles… ¿qué quieren que les diga, señores? Prefiero mil veces ver cómo un tipo fabrica unas tartas increíbles que más parecen esculturas que pasteles o como un tipo se defiende en la naturaleza salvaje (por muy montaje que sea) que ser toooodo el día bombardeada por las opiniones de un montón de periodistas que acaban diciendo durante horas lo mismo sobre el caso Bárcenas y demás miserias. Está bien, uno lo ve un rato (aunque yo prefiero la prensa escrita para todo esto, mantenerse uno informado y luego poner un poco de diversión en la vida…