viernes, 2 de julio de 2010

Zzzzzzzzzzz........

¡AY! Sí, lo sé, estoy un poco perra últimamente. Estaba mirando el blog y veo que hace muchos días, demasiados, que no subo ningún post. Será que el verano me tiene un poco aplatanada. A puntito he estado de colgar el cartel de “Cerrado por vacaciones” pero igual no es el momento todavía.
Tal vez el calor, tal vez el hecho de que los niños estén de vacaciones… la verdad es que estoy un poco desconectada estas últimas semanas y mi capacidad para escribir también se ve mermada. Apenas conecto en FB, casi no juego con el ordenador, llevo dos semanas sin escribir una línea de mi novela… y aunque no estoy al borde del mar, la desidia puede conmigo (a los de mi generación no les será difícil hacer la conexión, a los jovencitos como Ramón igual les cuesta un poco más).
No voy a preocuparme demasiado, al fin y al cabo, el verano, la piscina, invitan a “abandonarse” un poco, a dejar de estar siempre con el interruptor encendido y los niveles de ocupación del procesador interno a tope, supongo que todos necesitamos un poco de “stand-by” que en mi caso, creo que sirve para poner en orden las piezas de mi rompecabezas interior. Tengo muchas ideas en la cabeza, demasiados proyectos enredándose mientras bailan entre mis neuronas y, o le pongo freno a esta vorágine, o acabo en Ciempozuelos….
Ayer soñaba otra aventura que puede ser el germen de una nueva novela…. Tengo la sensación de que mis personajes futuros hacen cola esperando su turno para cobrar vida en mis líneas y yo me apresuro para poder darles cuanto antes el “soplo divino del creador” pero desafortunadamente, sólo tengo dos manos, una vida y días de 24 horas que cada vez se me quedan más cortos. El interruptor de control de potencia me salta de vez en cuando, ahora es uno de esos momentos. Creo que algunos lo llaman Crisis Creativa, pero yo, mucho más bruta, lo llamo pereza…
Espero que este periodo no se extienda mucho más tiempo, pero mientras dure, lejos de fustigarme por mi estado, creo que voy a tratar de disfrutar estos días de pasividad e indiferencia y utilizarlos para recargar las pilas…
¡Hasta otro día!