lunes, 21 de mayo de 2012

El Artista



Ella se movía despacio, segura de sí misma, entre los estudiantes que admiraban su anatomía, sus curvas, su sensual forma de caminar entre los caballetes, los carboncillos, las pinturas sin manchar su inmaculada blancura. Casi flotaba mientras serpenteaba por los patios en busca de Él.

Ella, rubia, con la piel nacarada que asomaba entre los pliegues de su vestido veraniego, con sus labios sonrosados y su mirada azul que congelaba cual Medusa a aquel que osara mirarla fijamente… a cualquiera menos a él, a quien ella buscaba inconsciente de la ola de admiración que arrastraba tras ella.

Inocente, se acercó sonriente al lugar donde él se encontraba sumergido en un lienzo. Sentía cómo su corazón latía más fuerte cuando por fin aspiraba el aroma de sus ropas, de su tabaco.

Se sentó, sin hablar, a su lado… su fría mirada se tornó en rojo carmesí, sus labios se henchían anhelantes, y su piel se teñía de rosado rubor, inocente, virgen, sólo por pensar que él fijaría sus pupilas en su hermoso rostro.

Levemente, ella acarició su hombro, tocó su rancia camiseta buscando su atención. Él, sorprendido por la interrupción levantó la mirada, hasta entonces fija en su trabajo, no sin cierto matiz de reproche, pero al verla, al ver al ángel que susurraba su nombre cerca de su piel, su semblante se tornó dulce y desarmado, sus fierezas sucumbían ante ella.

Con inimaginable ternura él retiró los cabellos dorados del rostro de Angelie, mientras ella entornaba los ojos ensoñando, tal vez, un beso.

Presto sustituyó la raída y vieja tela por un papel nuevo, blanco, como ella.

No sin pudor, Angelie se desprendió de sus ropas, descubriendo sus sensibles volúmenes. Sus hombros, sus caderas, los dedos de sus pies, los rosados pezones hacían que la luz reflejada en ellos cobrase un nuevo y divino significado.

Marco, el joven Marco, quien nunca antes había experimentado la sublimación del deseo carnal como cuando se encontraba delante de su ángel, tras admirarla unos instantes, dibujaba con fervor religioso cada una de esas curvas que le hacían creer de nuevo en Dios.

Con el carbón en la mano, Marco se deleitaba con cada trazo, cada línea le hacía sentir el hombre más afortunado sobre la tierra por que ella, el Ángel, era suya, suya de ese modo que jamás podría serlo para otra persona. Era su musa, su cielo, su hambre y su sed, así como su calma y cobijo.

La desesperación asomaba a los ojos de Marco al descubrir que nunca sus trazos recogerían la belleza de aquel ser a caballo entre lo humano y lo que está más allá de la razón. Sucumbía al desánimo y se revolvía en su desesperación, para pronto entender que esa inalcanzable perfección era, precisamente, lo que los mantenía unidos. Y así seguiría siendo… tampoco él deseaba otra cosa.

Finalizada la sesión, Marco extendía su mano, y dejaba sobre las ropas unas pocas monedas. Se alejaba, para no empañar más con su mezquindad humana, con la materialidad del cobre, la esencia de aquella criatura. Angelie las recogía y se cubría presurosa.

Sin siquiera volver su cara hacia ella, Marco se despedía formal, Angelie se marchaba, escondiendo entre sus cabellos dorados una lágrima, elixir que recogía con su índice y posaba, a modo de firma sobre el papel en el que Marco la había dibujado.

domingo, 20 de mayo de 2012

El valor de una ilusión

Sí, una ilusión que se hace realidad, un sueño que se va dibujando...
Hace una semana me llegó la noticia más esperada para un escritor: Voy a publicar
Tantos días soñando con ello, tantas noches deseando algo así que ahora que por fin ha llegado se he hace difícil llegar a creerlo.

Y el caso es que siempre he tenido confianza, siempre he sabido que si alguien me leía con interés descubriría que merezco la pena, pero esto es tan tan difícil... cuanta gente no tiene nunca una oportunidad como la que se me ofrece ahora... Sí, soy muy afortunada.

Quiero dedicar estas líneas a los que siempre me habéis dado ánimos, a los que habéis enjugado mis lágrimas en los momentos difíciles, a los que creéis en mí: GRACIAS!!!

Y por supuesto, gracias a Sepha, por confiar en que podemos ganar juntos.
Sí! sí! sí!!!!!!!

sábado, 5 de mayo de 2012

¿Nueva etapa?

No sé... la verdad es que tengo ganas de volver a mis reflexiones...

Hace un tiempo empecé a publicar fragmentos de mi nueva novela, pero como ya os comenté, por motivos "profesionales" he tenido que interrumpir la publicación. (Por cierto, gracias mil a todos los que os habéis interesado por seguir leyendo en privado la Historia inacabada, sois geniales)

El caso es que ando estudiando un curso de Community Manager, y justamente ahora estamos viendo el bloque dedicado a la comunicación a través de un Blog.

Acabo de terminar de leer un libro interesante sobre cómo utilizar este medio para convertirlo en una herramienta útil para la empresa. Pero no es eso lo que ha detenido mi atención, Me he parado a reflexionar ¿por qué escribo yo este blog?

¿Y por qué?

La verdad es que empecé esta aventura como medio de promoción de mi novela "La Escondida" que muchos ya conocéis, pero ahora, y más allá de eso, esto se ha convertido en un medio de expresión literaria, una forma de contaros lo que se me pasa por la cabeza, historias divertidas, personales, ajenas... pero sobre todo, quiero que sea algo que ayude a comprender lo que pasa por la mente de alguien que trata de ser escritor o escritora, cómo nos importa el uso de la palabra y cómo para nosotros es fundamental dar a conocer nuestro modo de expresarnos, a veces más lírico, a veces más irónico o ácido.

Sé que por los contenidos este blog no es precisamente mayoritario, los que me seguís habitualmente posiblemente lo hacéis por amistad o porque en algún momento mi modo de expresión captó vuestra atención y os gusta, de vez en cuando, leer algo curioso y medianamente bien escrito.

¿Qué echo de menos? pues sobre todo los comentarios, el que me dejéis vuestras opiniones, lo que os hace sentir lo que escribo... echo de menos (y mucho) el diálogo...

A los que me leéis, ¿por qué no dedicar un minuto a dejarme una impresión por escrito?

Ahí queda eso ;-)