lunes, 12 de julio de 2010

¿De qué color es nuestro corazón?

Rojo, ¡sin duda!, rojos por dentro y rojos por fuera y de oro, porque somos CAMPEONES DEL MUNDO.
Habrá muy pocos, y me consta que algunos hay, que no vibrasen, que no se emocionasen ayer cuando el capitán Iker levantaba el trofeo. Un momento histórico, sí señor, pero lo que a mi me ha emocionado y mucho estos días era ver cómo todos, de un signo o de otro, nos sentíamos orgullosos de ser españoles. ¿Alguien había visto tantas banderas de España en la calle como en estos últimos días? Todos unidos por una misma ilusión. Si la Copa del Mundo tiene un valor histórico no lo tiene menos ese espíritu ganador que nos ha hecho olvidar nuestras miserias, nuestros malos momentos, la crisis y el paro. Aunque haya sido por unos momentos, ¡Qué momentos!
Nuestros chicos de la Selección nos han enseñado algo importante, una lección que debemos hacer nuestra cada uno de nosotros: el primer paso para convertirse en campeón es sentirse campeón. Vamos a creérnoslo un poquito más.
Venga, saca también el campeón que hay en ti.
OEEEE OE OE OEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE